La ciudad de Girona, la Costa Brava y las comarcas circundantes ofrecen un amplio abanico de espacios monumentales y pueblos medievales que merecen una visita. Con más de 2000 años de historia, la capital gerundense es una ciudad innegablemente con encanto y muchos espacios por visitar: la catedral, la iglesia de Sant Feliu, el barrio judío, los Baños Árabes o la muralla, entre otros. Para los amantes de la arqueología es imprescindible visitar las ruinas de Empúries, un yacimiento greco-romano de importancia excepcional y singular belleza; el poblado ibérico de Ullastret o La Ciutadella de Roses. Es imprescindible descubrir el patrimonio medieval, muy bien representado en la Costa Brava, desde conjuntos como los de Vilabertran y Peralada, al monasterio de Sant Pere de Rodes, o los bonitos y bien conservados pueblos de Pals, Monells, Palau-sator o Peratallada, sin olvidar la Vila Vella de Tossa de Mar o el monasterio de Sant Feliu de Guíxols.